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LUIS ALBERTO PINO GUMUCIO
Enviado Especial
PUERTO PRÍNCIPE.- ¡Qué calor!, suele ser lo primero que dicen cuando se les pregunta cómo están. Y es que el sol pega de lo lindo, sin piedad, en la residencia universitaria donde se ubican los 336 hombres que componen el contingente chileno que forma parte de la fuerza internacional de paz en Haití.
El casco, el chaleco antibalas, las botas, todo pone su grano de arena para que transpiren la gota gorda. Otro tanto hace el cemento del pavimento. Algunos, incluso, ya tienen partes del cuello rojas. Al otro lado de las rejas, alrededor de 10 o 15 haitianos, en su mayoría gente joven, les piden chocolates o lo que sea.
Pero el calor es lo de menos, comentan inmediatamente después los soldados chilenos. En efecto, se les ve animados, conscientes de que enfrentan el mayor desafío de este tipo que hayan tenido las Fuerzas Armadas de...