ARICA.- Pese a los esfuerzos desplegados por sus padres, que apelaron al espíritu solidario de la comunidad ariqueña, el pequeño Maximiliano Prieto Murillo (1 año y 5 meses) no pudo sobrevivir al síndrome de Alagille, una enfermedad de origen genético que provoca cirrosis hepática. El infante falleció 18 días después de recibir, en una complicada operación, el implante de la cuarta parte del hígado de su padre, Javier Prieto, un modesto trabajador de la empresa de cobranzas Servipag. La delicada intervención quirúrgica fue realizada en el hospital Luis Calvo Mackenna de Santiago y los cirujanos tenían una expectativa de éxito del 70%. El deceso del menor provocó impacto en la comunidad nortina, pues era conocido por las campañas que lideraron sus padres para conseguir recursos para operarlo. Enfermedad genética El síndrome de Alagille fue diagnosticado al...