COPIAPÓ.- Con fogatas, té caliente, pasteles horneados por voluntarias y una vigilia transcurrió la noche en el campamento "Esperanza", que hoy se ha convertido en una mini-ciudad. Su población ronda las mil personas si se cuentan periodistas, visitas, rescatistas, y, por supuesto, a los familiares de los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto.
Con tanta diversidad de personas, la vida social se ha transformado en un deporte oficial, sobre todo tomando en cuenta el espectacular avance de la perforadora T-130, que ayer alcanzó los 535 metros de profundidad (de un total de 622).
"El rescate es inminente", se repite una y otra vez y el rumor que corre con más fuerza es que se realizará entre el 15 y 17 de octubre. Por ello los familiares de los "33" no eluden hablar sobre el rescate final. Y una de las preguntas que más dudas les genera es: "¿Qué minero debiera...