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ERIKA LÜTERS GAMBOA
Mario Tapia Guerrero cumplía 54 años el 11 de septiembre de 2001 y en la mañana se disponía a salir para su oficina cuando una llamada de su hija Susana le advirtió que ese día no sería como cualquier otro.
Licenciado en Filosofía y Educación en la Universidad Católica de Valparaíso, vive hace casi treinta años en Nueva Jersey, donde es director del Centro Cívico Chileno.
Tapia se hallaba esa mañana en su departamento del piso 18, en la ribera del río Hudson, desde donde tiene una privilegiada vista hacia Manhattan. Cuando su hija le dijo que algo ocurría en esa zona, pensó que se trataba de un avión pequeño que había colisionado con la antena de una de las Torres.
Le dije a Susana que esperara y con el teléfono en la mano abrí la ventana y ví un tremendo boquete en la Torre Norte, la más cercana desde mi perspectiva.
Le prometió a su...