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Marilú Ortiz de Rosas
Ni polemista, ni deslenguado, ni francotirador, simplemente francés. Justo Pastor Mellado no pierde la costumbre de criticar en voz alta y de frente, para eso se educó en colegio galo y estudió filosofía política en Aix en Provence. "Textos de batalla", el libro que Metales Pesados lanzará el doce de mayo en la nueva sede de galería Afa, reúne más de cien textos publicados en su página web, en el contexto de su marginación de la trienal chilena, la que él mismo proyectó.
"Es una marginación simbólica, porque sigo siendo el asesor directo del curador. Ante la sordidez analítica de los integrantes del modelo de gestión de esta trienal, no me quedó otra posibilidad que entregar una respuesta en este libro", precisa Mellado, quien hoy se refugia en la escritura. Lleva "un diario de trabajo" de más de 300 cuadernos.
Mellado lucha por una bienal...
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CECILIA VALDÉS URRUTIA La cosmovisión de Matta fue uno de sus grandes aportes al arte, desde su estilo surrealista. Su pasión por el universo -presente en sus conversaciones, en su invención de palabras, en sus composiciones pictóricas- era una constante. Varias de sus mejores obras trabajan la multiplicación de espacios en la tela, en las que desarrolla la noción de los grandes transparentes. El mismo Marcel Duchamp, dice en 1946: "Su más importante contribución a la pintura surrealista es el descubrimiento de regiones del espacio desconocidas en el campo del arte".En una de sus últimas conversaciones con Artes y Letras, Roberto Matta dijo: "Chile es una rosa separada y me identifico con Isla de Pascua. Hay que hacer algo en ese lugar, primitivo, mayor, como mirar de nuevo al cielo. Tenemos que tener un edificio que se relacione con el universo, porque si miras al cielo te...
Citados:
Ana Maria Stagno
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Cecilia Guzmán
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Isabel Cruz
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Marcel Duchamp
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Marilú Ortiz De Rosas
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Marilú Ortiz De Rozas
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Michel Casse
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Pierre Cox
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Ramuntcho Matta
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Raúl Zurita
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Roberto Matta
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Sergio Martin
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CECILIA VALDÉS URRUTIA
Su padre, Manuel Carreño, llegó a tener una cafetería que fue símbolo de su época en Cuba. Se llamaba "El Louvre" y estaba en el Paseo del Prado de La Habana, frente al Hotel Inglaterra, donde García Lorca tendría su teatro.
Mario Carreño (1913-1999) era el menor de diez hermanos. Desde niño su interés por el dibujo era certero, aunque su padre lo obligara a tocar violín. A los 12 años ingresa a la Escuela de Bellas Artes San Alejandro, la más importante de Cuba.
Así empieza la nutrida historia de sueños, dramas y amores del gran artista cubano, nacionalizado chileno por gracia. Una historia pintada con personajes como García Lorca, Picasso, Neruda, Alberti, Altolaguirre y muchos más. Con vidas "en Cuba en los años de la vanguardia estética, España republicana, Chile, París, de nuevo Chile y Cuba", como señala Jorge Edwards, presidente...