El Papa Francisco habló en TED Talks. No lo hizo paseándose sobre una alfombra roja con un power point, conferenciando a través de un auricular-micrófono hi-tech, de esos que se apegan a la mejilla. Fue más bien fiel a su estilo, sentado, suponemos que en el Vaticano, con una biblioteca a su espalda, con sus anteojos redondos y su atuendo de esclavina y solideo color beige. Humilde, pero imponente también. Al otro lado de la teleconferencia -y del mundo-, un silencioso y sorprendido auditorio de techies (el Papa no había sido anunciado), escuchando una nueva charla TED o, en este caso, "un evangelio TED" (http://bit.ly/2oUPgZe), en Vancouver, Canadá.El tema, "Por qué el único futuro que vale la pena construir nos incluye a todos", estaba dirigido a ellos, al mundo de la tecnología y las ciencias. Un mensaje que apeló al individuo, a la necesidad de reconocer, en este...