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Gloria Reyes se muestra como una niña risueña, de buen contacto con el medio que la rodea, muy simpática y conquistadora. Fue abandonada por su madre a mediados de 1973, en malas condiciones generales y nutricionales. En octubre de 1973, estuvo hospitalizada en nuestro servicio por una crisis convulsiva generalizada. Presenta retardo psicomotor, hemiparesia espástica derecha, afasia en regresión y epilepsia. Entre octubre de 1973 y octubre de 1975, siguió tratamiento anticonvulsivo con fenobarbital.
Este es el informe del hospital San Borja Arriarán. Está fechado en 1977 y se presume que Gloria permaneció allí desde 1973 hasta 1981, cuando ingresó al Pequeño Cottolengo. No tengo papá, esta es la casa de mi mamá, balbucea Gloria, a sus 32 años. Nadie la visita; la niña no recuerda a su madre, porque a los dos años fue a parar al San Borja Arriarán. Una vez que en el...