Por Sebastián Montalva W.
A los 12 años, Iván Vallejo robó un libro de su escuela. Era una hermosa edición de la revista Life dedicada a Edmund Hillary y Tenzing Norgay, los primeros en escalar la cima del Everest. Vallejo adoraba los detalles de esa historia, que solía leer y releer en la biblioteca. Hasta que un día, a escondidas, decidió llevarse ese libro y guardarlo consigo para el resto de su vida.
Nadie en el colegio supo de esto. Pero sí varios comenzaron a notar que el chico tenía una obsesión por las alturas. Cuando su profesora les pidió que dibujaran lo que querían ser cuando grandes, todos los niños aparecieron como médicos, abogados, constructores. Pero Vallejo no. "Yo me dibujé con los brazos levantados", recuerda este ecuatoriano de 49 años, al teléfono desde Quito. "Estaba con ropa de montaña, sosteniendo en mi mano izquierda un piolet, y en la...