Evelyn Erlij "¿Cómo exponer a Brassens? ¿Cómo evocar una personalidad tan popular pero tan voluntariamente poco espectacular; tan prolija y rica en sus textos, y tan secreta en su modo de vivir?". Con esas preguntas en mente la periodista francesa Clémentine Deroudille y el dibujante Joann Sfar -director de la premiada película "Gainsbourg, vida heroica"- comenzaron a planear una exposición para la Cité de la Musique, en París, que develara la obra, pero también la esquiva intimidad de uno de los cantantes franceses más célebres del mundo. Era hora -según los curadores- de redescubrir esta figura de la Francia de antaño, ese gran tímido que sufría tocando en público; el anarquista-pacifista a quien no le importaba tener "mala reputación" por no seguir la moral reinante; esa "fuerza tranquila en el torbellino de la fama, que no siguió más que su música...