EQUIPO DE REGIONES Es de madrugada y tres reos del Centro de Detención Preventiva de Ovalle se "van al trabajo". Tienen que ser eficientes, ya que a las 8:00 AM deben tener horneados los 150 kilos de pan que en el día consumirán el resto de los internos y sus custodios.Ahí sólo llegan los presos de mejor conducta, quienes además reciben $190.000 cada mes por su labor. "El dinero me gustaría, al salir, invertirlo en una panadería, porque mi familia tiene una pastelería", dice R.A.B.D., condenado por robo.En Ovalle, Francisco Loyola, funcionario de Gendarmería encargado de esa panadería, asegura que sólo por falta de logística no están vendiendo sus hallullas al público, aunque la capacidad del recinto alcanza.Sin embargo, en varios puntos del país el pan, queques, tartaletas, kuchenes, alfajores y hasta pan de huevo que fabrican los presos llegan a la mesa de muchas...