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Vadim Vidal
Sus compañeros de trabajo aún dicen que fue un arreglo, que ascender en la empresa le abrió las puertas, que tenía santos en la corte. El hecho es que Álex Vidal viajó a Bordeaux, Francia, para ver el debut de la selección chilena en el mundial del 98, gastos pagados; él y su jefe. Fruto de una vida dedicada a agrandar whoppers y sonreír al cliente.
"Era una competencia entre locales y el gerente del mío era súper futbolero. Me mandó en una terna a la oficina central, pero como yo también trabajé ahí, me mandaron a mí. Pero en todo caso, en todos los locales que trabajé era reconocido".
Él fue empleado del mes y del año. Claro que, como todo logro, tiene pros y contras. "Hay compañeros que se molestan contigo, y más si te repites. Además, los gerentes te ponen en labores que no tenías antes".
Ahí esta la gracia de todo, según él. También para...