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Lleva el mundo de los remates en el alma. Domingo Eyzaguirre Quesney nació viendo cómo su padre, el conocido martillero Ramón Eyzaguirre Gutiérrez, bajaba el martillo una y otra vez en cada subasta, para adjudicar importantes cuadros, muebles, tapicerías y adornos. Con él aprendí este oficio, que requiere de conocimientos, de un diálogo ágil y de rapidez de palabra.
En cada remate, subido en una tarima y con martillo en mano, Domingo Eyzaguirre Quesney se vuelve el centro de atención. Entre broma y broma, con tono de voz fuerte y enorme agilidad verbal va describiendo y ofertando las mas diversas piezas de menaje que, por lo general, conforman una casa. Y uno dice se entusiasma porque se involucra tratando de motivar a la gente para sacarle el mejor precio posible a cada cosa. Un martillero tiene que ser capaz de vender refrigeradores en invierno y estufas en pleno verano, lo...
Citados:
Beatriz Montero Ward
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Domingo Eyzaguirre
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Domingo Eyzaguirre Quesney
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Homero Monsalves
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Luis Xv
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María Angélica
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María Angélica Marchant
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Pedro Aguirre Cerda
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Ramón Eyzaguirre
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Ramón Eyzaguirre Gutiérrez
,
Ramón Eyzaguirre Guzmán