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Texto, Daniela Casanello Frisius, arquitecta del paisaje Fotografías, Sebastián Sepúlveda Vidal
A pocos minutos de Calera de Tango, en las faldas del cerro Chena, se encuentra esta propiedad de diez mil metros cuadrados. En el lugar hay ruinas de una antigua fortaleza inca, que se decía era utilizada para prevenir eventuales rebeliones, aunque estudios más recientes indican que era el observatorio astronómico más austral de los incas.
Con gran respeto por este pasado histórico, los dueños construyeron una casa y, remodelando la construcción de una antigua lechería existente dieron vida a otra, uniéndolas a través del jardín. Su diseño se lo encargaron a la paisajista Gracia Saint, quien con acierto se apoderó del cerro mediante senderos que lo recorren.
Desde la construcción más antigua sale un camino que, a través de un puente de madera, conduce a un huerto de...
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Texto, Daniela Casanello Frisius, paisajista / Fotografías, Homero Monsalves
Como una manera de optimizar el espacio y jugar con la pendiente del terreno en que se levantó esta casa, sus arquitectos concibieron un interesante juego de jardineras de hormigón alrededor de la construcción, liberando el espacio plano del sitio para dar cabida a la piscina y establecer un área de estar.
La paisajista Constanza Cazebonne se encargó de vestirlas, y buscando cumplir con el deseo de los propietarios –quienes querían un jardín muy verde y ordenado– escogió especies que, alternando su floración y el colorido de sus follajes, permitieran dar interés al diseño durante todo el año.
En las jardineras de la entrada llama la atención un conjunto de azaleas, camelias, helechos woodwardia y pitosporos enanos, cuyos follajes contrastan fuertemente en cuanto a color y textura. Para el...