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PAULA LEIGHTON N.
Hace dos años Mirta Muñoz cuida a Eliana, su mamá, que tiene enfermedad de Alzheimer. Una tarea que no le es desconocida, considerando que también cuidó a su abuela cuando tuvo la misma enfermedad. Pero no por eso las cosas han sido más fáciles. Aunque tiene el apoyo de su marido y sus dos hijos, ella lleva la mayor carga. "Al principio me enojaba y la retaba, por ejemplo, cuando ella decía que no se quería bañar".
Eliana está pasando de la etapa moderada de la enfermedad a la severa. Se levanta en mitad de la noche; cada día al atardecer pregunta con insistencia dónde está el baño y dónde va a dormir; hay que ayudarle a vestirse y asearse y siempre debe haber alguien con ella. "Toda la dinámica familiar cambió. Estamos los cuatro siempre en función de ella", cuenta Mirta.
Mejor evolución
Neurólogos, sicólogos y terapeutas que trabajan con...