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Natalie Traverso Vásquez
Érase una vez un grupo de españoles que llegaron a América de la mano de un aventurero, de nombre Cristoforo Colombus. Venían a un continente desconocido, en busca de oro, pero fueron ellos los que introdujeron una fuente de riqueza que recién 500 años después está dando sus frutos.
Se trata de las olivas, de las que nace el aceite del mismo nombre. Primero fue un boom productivo en España e Italia, pero las tierras se acabaron y ahora Chile se perfila como un nuevo centro neurálgico de la producción de aceite de oliva.
El consumo global va en aumento, pero la oferta no crece. El problema es que Europa ya no tiene muchos terrenos disponibles y la mano de obra es muy cara", explica Arturo Leiva, presidente de Chileoliva.
Las cifras hablan por sí solas. El Consejo Oleícola Internacional (COI) prevé que la Unión Europea alcanzará a producir...