El comienzo de Patricia Deutsch en el mundo de los negocios fue a golpes. Luego de la muerte de su marido, Claudio Grinstein (en 1987), ella tuvo que hacerse cargo de Fabrics, que recién despegaba.
Se había casado a los 18, estudió educación parvularia y después se fue a vivir a Miami con su esposo, donde estudió inglés, fue corredora de propiedades y trabajó como vendedora en una tienda.
Ponerse a la cabeza de la empresa no fue fácil. Pero lejos de sentirse discriminada en el mundo empresarial, dice que su estilo "informal y amigable" para negociar fue clave.
Entre el dolor por la muerte de su esposo y el casi absoluto desconocimiento de la empresa, a pesar de las dificultades, aprendió a negociar, lidiar con bancos y guiar a sus empleados, logrando llegar a seis sucursales. Esto, además de construir una marca que hoy es reconocida.
Y ahora acaba de sellar la venta del...