Isabel Plant Esta serie -"de culto", en su máxima expresión- tiene un par de prerrequisitos para ser disfrutada a cabalidad. Primero, hay que saber que Portland, Oregon, es como un epicentro del mundo hipster en EE.UU., pero más flojo y menos taquillero que Brooklyn. (Si no sabe qué es un hipster, no puedo hacer nada por usted).Segundo, que es una serie de sketches; algunos personajes se repiten, pero son pocos minutos de cada historia. Tercero, que los protagonistas Fred Armisen y Carrie Brownstein son un humorista y una músico indie muy famosos. Y que hay que disfrutar un poco de la onda hippie, noventera.Si es capaz de absorber todo eso, Portlandia es una serie bien chistosa. Muy inteligente en su visión de la cultura norteamericana alternativa y cuando se vuelve ridícula: desde pedir el pedigrí del pollo orgánico en un restaurante, a ciclistas furiosos que se aburren de...