Por Ernesto Garratt Vines, enviado especial a Venecia.Fotografía de portada: fabrizio maltese www.fabriziomaltese.com assisted by Mathieu De Biasio,thanks to Claudia Tommasini Llueve a cántaros. El Mar Adriático se agita con desesperación, suenan truenos, brillan relámpagos y desde la mesa donde Antonia Zegers está tomando desayuno, al interior del lujoso hotel Excelsior, la playa de Lido se ve gris y nostálgica. Es el último día de la actriz en la isla donde se realiza el Festival de Venecia y donde estas cuatro últimas jornadas ella, más su marido, Pablo Larraín, y su amigo Alfredo Castro, todos parte del equipo de la película chilena en competencia "Post Mortem", han vivido una fantasía que ya se la quisiera cualquiera: recibir una ovación en una competencia oficial, tener a la crítica a sus pies (diarios franceses e italianos hablaron de "una cinta de maravilla") y...