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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 08:13
BOGOTÁ.- Más de 30 variedades de porotos capaces de enfrentar el cambio climático son probadas actualmente en Colombia, con la esperanza de desarrollar cultivos que hagan posible mantener el abastecimiento de alimentos incluso en los peores escenarios previstos por los científicos.
Los testeos son conducidos por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Cali.
El descubrimiento de las nuevas variedades "podría convertirse en una gran bendición", apuntó Steve Beebe, líder del estudio, en un comunicado del Grupo Consultivo para la Investigación Internacional en Agricultura (CGIAR) del que forma parte el CIAT.
El especialista advirtió que la producción de porotos enfrenta "una situación calamitosa en la que para 2050, el calentamiento global podría reducir las áreas aptas para el cultivo de granos en 50%".
El problema grave reside en que estos productos forman parte de la base de la seguridad alimentaria para más de 400 millones de personas en el mundo en desarrollo.
"Increíblemente, los frijoles tolerantes al calor que probamos pueden soportar el peor escenario en que la acumulación de gases del efecto invernadero causara al mundo un calentamiento en promedio de cuatro grados Celsius", explicó.
Herencia precolombina
Las pruebas se llevan a cabo en las instalaciones del CIAT en Cali y fueron ampliadas a otras zonas más calurosas de Colombia.
"El clima de Valle del Cauca (donde está ubicada Cali), no es lo suficientemente caliente para simular futuros problemas de altas temperaturas y cambio climático. Por eso llevamos nuestras pruebas a Armero (Tolima, en el centro de Colombia) y a la costa norte", detalló Beebe.
Los investigadores prevén probar las semillas en países como Costa Rica y Mozambique.
La mayor proporción de los nuevos porotos o frijoles tolerantes al calor fue desarrollada a partir de cruces entre variedades normales (blanco, negro y pinto) y la "tepary", muy resistente y cultivada desde tiempos precolombinos en áreas del norte de México y el oeste de Estados Unidos.
Algunos de los nuevos granos también fueron modificados para ser una mayor fuente de hierro para quienes los consuman.
