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Los biógrafos son los mateos de la clase. Re-inventan a un personaje, lo rodean, lo documentan; suelen ser fieles a la verdad hasta el cansancio. Ahora lo que se lleva bajo el brazo son las biografías compartidas, como edificios de departamentos con espacios compactos. Como el libro del periodista argentino Juan Gasparini, quien ha tenido la audacia de sacar cuentas en las vidas más o menos privadas de las mujeres de seis dictadores.
Escrito a exceso de velocidad, Mujeres de dictadores recorre las historias de las cuatro mujeres de Fidel Castro, de Lucía Hiriart de Pinochet, Susana Iguchi, Alicia Raquel Hartridge de Videla, Miriana Markovic la amarga compañera de Milosevic e Imelda Remedios Visitación Romuáldez de Marcos, su loca colección de zapatos y sus misteriosos cinco mil millones de dólares ("una persona rica es la que no sabe lo que tiene", ha dicho ella misma).