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Mariana Penaforte Brasil, la séptima economía del mundo, atraviesa por una situación incómoda, que empezó a incubarse mucho antes de las protestas en las calles cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo en las últimas semanas: el país cayó en la pesadilla del bajo crecimiento con alta inflación.En 2012, Brasil se expandió solo 0,9%. Y la expectativa de crecimiento de 3,5% anunciada por el ministro de Hacienda, Guido Mantega, a principios de 2013, ya suena imposible de concretarse este año. Mantega advirtió a principios de mayo que el PIB debería ser revisado a la baja. El presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, ha mencionado una cifra cercana al 3%.Pero el mercado ha sido menos optimista: expertos han revisado por sexta semana consecutiva la proyección, y prevén un crecimiento de apenas 2,46%.En cuanto a la inflación, el Banco Central brasileño funciona con...