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FLORENCIA POLANCO Para Olga Quiroz, jubilada y vecina del centro de Santiago, salir de su casa con sombrero es tan imprescindible como lavarse los dientes. Cree recordar que fue un día cualquiera, hace más de tres décadas, cuando surgió su adicción por este accesorio y simplemente no pudo dejar de comprarlo.-Paseaba por el barrio después del trabajo y me quedé como boba mirando esta vitrina... y aquí me arranché.La vitrina a la que se refiere es la de la antigua sombrerería "Donde Golpea el Monito", fundada en 1915 en el sector del Mercado Central y que desde entonces se ha dedicado a cubrir las cabezas de santiaguinos de todas las edades, condición capilar, sexo, credos y profesiones.Mujer sofisticada y de ojos inquietos, Olga está parada nuevamente frente al escaparate que tantas veces ha frecuentado. Mientras conversa, se le escapa la mirada hacia los aparadores y de...