Romina de la Sotta Donoso Las obras realistas sicológicas de Sergio Vodanovic y Egon Wolff eran, en el fondo, melodramas. Isidora Aguirre también tiene una veta melodramática. Y esta veta es más común de lo que se cree en nuestros escritores teatrales. Ésta es una de las sorpresas que descubre la académica de la Escuela de Teatro UC María de la Luz Hurtado en su nuevo libro "Dramaturgia chilena 1890-1990, autorías, textualidades, historicidad"."Nuestra cultura es sincrética, y hay algunos grandes pilares que se van transformando, pero que nunca se abandonan. El melodrama, por ejemplo, es una visión de mundo y es una sensibilidad, pero también es un relato que organiza la interpretación de ciertos fenómenos sociales. Es uno de los patrones a los que siempre vuelve la teatralidad, porque funciona explicando los momentos dramáticos de la existencia", aclara.El libro...