María José Picon Meleda Cuando Arturo Prat Chacón llegó a Buenos Aires por primera vez, no lo hizo en calidad de marino. No llevaba el uniforme y nadie le rindió honores. El 28 de noviembre de 1878, quien al año siguiente se convertiría en "el héroe de Iquique" pisó suelo argentino con una sola misión: espiar los movimientos militares de Argentina.Arturo Prat, perfectamente vestido de civil, era un agente secreto.Veintiún días antes de su llegada a la capital argentina, el Presidente Aníbal Pinto, le había enviado un telegrama ordenándole trasladarse a la brevedad desde Valparaíso a Santiago. Así lo hizo. El gobernante lo recibió en La Moneda y Prat escuchó atentamente las instrucciones: recolectar la mayor cantidad de información sobre la marina y el ejército argentino, tal como el número de buques, tripulación y armamento militar y, al mismo tiempo, verificar...