La oposición y los mercados argentinos reaccionaron ayer con escepticismo a los cambios de gabinete anunciados por la Presidenta Cristina Fernández la noche del martes, a nueve días de la derrota sufrida en las elecciones parlamentarias.
"El país necesita un cambio drástico y mientras esté (Néstor) Kirchner a cargo del gobierno esto no va a suceder, esto no resuelve los problemas", afirmó el empresario Francisco de Narváez, quien derrotó al ex Presidente en los comicios del 28 de junio.
La Mandataria relevó al jefe de gabinete, Sergio Massa, a quien sustituyó por un hombre fuerte del kirchnerismo, el hasta ahora ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y al titular de Economía, Carlos Fernández, a quien sucedió Amado Boudou, otro leal a Kirchner.
En sus cargos se mantienen dos de los más polémicos funcionarios, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el...