H ans Martínez ni siquiera tocó la pelota. Entró a los 83 minutos y a los 85 fue expulsado en un confuso incidente que no pasó a mayores simplemente porque el juez asistente Jorge Calderón recibió un proyectil en la cabeza. Quedó nocaut y salió en camilla con los brazos colgando. Recién ahí, después de un segundo tiempo trastornado por las peleas entre las barras, las piedras que llovieron en la cancha, las patadas letales, los combos y el ajetreado abandono del técnico de la UC, el juez boliviano René Ortubé decidió suspender el partido-guerra.El marcador iba 2-2 y Universidad Católica se clasificaba a la ronda siguiente de la Copa Sudamericana, donde lo espera Internacional de Porto Alegre, aunque ahora todo depende de lo que diga la Confederación Sudamericana de Fútbol. “Yo informo, ellos deciden”, aclaró el veedor, Álvaro Castro.Aunque Olimpia abrió la...