Ben MacIntyre The Times, Londres / Derechos exclusivos Bob Dylan ha entregado finalmente su conferencia para el Premio Nobel de Literatura y, como todo lo que sale de la pluma del mejor cantautor del mundo, resultó ser poco convencional, profunda e inspiradoramente extraña. Para empezar, no fue realmente una conferencia. En lugar de entonarla desde un podio, Dylan decidió grabar una interpretación hablada sobre acordes difusos de jazz en piano, de 27 minutos y 4.000 palabras: una disquisición inconexa, arrastrando las palabras, sobre las tres obras literarias que más lo inspiraron: Moby Dick , Sin novedad en el frente y La Odisea .Es un trabajo muy extraño. Pero es también una prueba positiva de por qué merecía ganar el Premio Nobel, y una demostración de por qué no es un mero cantor popular, como algunos insisten, sino un gigante de la literatura moderna.Es una lección...