POR Sergio Paz, DESDE LA REGIÓN DE COQUIMBO. Nunca había demorado tanto en hacer un reportaje. Este tardó cinco, seis años. El tiempo que pasó entre que, entusiasmado con la idea de seguir la construcción de un atípico hotel inspirado en esos grandes cubos de concreto que se usan como colectores de agua, viajé a Gualliguaica, Puclaro, en el corazón del valle del Elqui, a fin de seguir el proceso de instalación de la obra.Tras viajar junto a los primeros cubos, la idea era regresar unos meses después, cuando el hotel estuviera en pleno funcionamiento. Claro que, como las cosas suelen salirse de control, la grave sequía que por aquel tiempo amenazaba al Norte Chico lejos de disminuir se acentuó, trayendo consigo no pocos dramas. De hecho, al poco rato el nivel de agua en Puclaro bajó dramáticamente, impidiendo el corte de la cinta.De tanto en tanto, cuando me acordaba del...