MAUREEN LENNON ZANINOVIC "Hay público para todo. Quien desea escuchar a Ricardo Arjona seguramente no viene a ver a Maximiliano Guerra o viceversa". Sin perder el humor, el bailarín argentino, considerado una megaestrella de la danza mundial y para muchos el sucesor de Rudolf Nureyev, da cuenta de la efervescencia cultural y la variedad de panoramas que por estos días ofrece Viña del Mar. Una realidad que se palpó la noche del lunes, porque mientras en la Quinta Vergara disfrutaban con el cantante guatemalteco, el Teatro Municipal de Viña tuvo lo propio con el virtuosismo de Guerra y su Ballet del Mercosur. "Lo mejor de mí", el nombre del espectáculo que ofreció junto a su compañía, dejó al descubierto la versatilidad de su propuesta que busca llegar a la gente y sacar el rótulo de elite con que se suele asociar la danza clásica. Por cerca de dos horas, los bailarines se...