PARÍS.- Pablo Picasso le propuso hacerle un retrato cuando era una adolescente de catorce y le respondió que no, pero ahora Anne Sinclair, exesposa de Dominique Strauss-Kahn, reconoce que si el pintor español lo hubiera hecho cuando ella tenía dieciocho, "le hubiera dicho que sí".
A Sinclair no le cuesta reconocer que salió corriendo cuando el artista al que representó su abuelo, el marchante Paul Rosenberg, se lo propuso.Picasso la asustó definitivamente cuando le dijo a su madre: "A tu hija la pintaría, veo ojos por todos lados". Se imaginó en un lienzo con su rostro desestructurado, como el de Dora Marr, la mujer de Picasso: "sabe, ¿no?, tan atormentado...", y evitó así quedar inmortalizada por el genio."No se puede decir que yo tuviera mucho olfato", admite ahora sobre aquel episodio Sinclair -una estrella del periodismo en Francia pero más conocida para medio mundo...