AMALIA TORRES "Al día siguiente estás adolorida, pero dos días después es mucho peor", dice Viviana Blanc, rememorando sus primeras excursiones por los cerros aledaños a Santiago. Hoy, un año y cientos de kilómetros después, dice que ya no se cansa tanto, aunque todavía hay veces que no sabe cómo bajará esa montaña, si ya llegar a la cima fue agotador."Pero cuando uno se da cuenta de todo lo que logró, te sientes tan feliz, que el esfuerzo vale la pena". Por eso, dice, por nada dejaría los paseos dominicales con Los Malayos ( www.malayos.cl ), un grupo que cada domingo se reúne a subir cerros.Ochocientas personas forman parte de este grupo gratuito, aunque a una misma excursión no llegan más de setenta. Entre sus integrantes hay desde universitarios hasta adultos mayores, "y muchos extranjeros que no pueden creer que Santiago tenga la cordillera al lado", dice David...