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"Victoriano+Vicario"

Versos con sabor a Egeo

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ISABEL OSSA GUZMÁN La primera vez que Rigas Kappatos leyó poemas de Pablo Neruda fue en la Atenas de 1960, en una revista de izquierda y en una traducción del francés al griego. Entonces comenzó para este griego una tarea que él siempre se planteó como un exquisito placer: traducir al griego todo lo hermoso que llegara a sus manos. Y de Neruda, derivó en César Vallejos, de éste en Vicente Huidobro, y así llegó a Alfonsina Storni, Julián del Casal, Gabriela Mistral, Sor Juana Inés de la Cruz, Octavio Paz, Rubén Darío y muchos otros. Kappatos tenía entonces sólo 27 años y ya estaba afanado en una labor a la que ha dedicado mucho más de la mitad de su existencia. Rigas Kappatos es un baúl lleno de historias. Nació en Cefalonia, Grecia, en 1934, estudió literatura, música y lenguas extranjeras, y se unió a la marina mercante griega para salir a conocer el...

El poeta y su enigma

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FRANCISCO VÉJAR Jaime Rayo pertenece por antonomasia a los poetas chilenos olvidados. Su obra es prácticamente desconocida en el medio nacional. En su corta vida, sólo alcanzó a publicar el libro de poemas Sombra y sujeto, el año 1939. Y como tantos otros autores de su estirpe, traía escrito el signo de la mala estrella en los repliegues de la frente. Fue testigo de una época tempestuosa. En Chile se producían transformaciones sociales importantes, mientras al otro lado del mundo, estallaba la Segunda Guerra Mundial. Por lo mismo, Jaime Rayo no escapó a los designios de su tiempo. Su existencia fue fantasmal. Murió trágicamente a la edad de veintiséis años, dejando recuerdos fragmentarios en quienes lo conocieron. El escritor Miguel Serrano, en Ni por mar, ni por tierra, rememora ciertos rasgos de su personalidad: "Él, en la época más obscura, fue fiel a sus visiones.

El Frondoso Arbol Lírico Nacional

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Los movimientos y camarillas poéticas chilenas se han formado y alternado, durante poco más de un siglo, a través de antologías. Notas sobre el origen de esta actividad se pueden encontrar en Menéndez Pelayo y hay trabajos famosos por sus erratas y omisiones. También existen estudios de largo aliento, realizados por maestros del idioma como Andrés Bello, pero nunca se ha hecho una historia formal de la poesía chilena. A falta de una historia - tarea que exige un trabajo grupal extenso- , está la antología crítica que Naín Nómez comenzó a publicar en 1997 y cuyo segundo tomo (de cuatro) ya está en la imprenta de LOM Ediciones. El primer volumen comprendió gran parte del siglo XIX, llegando a 1916, con el inicio de las vanguardias. Ese es el punto de partida del segundo tomo y, a la vez, señala una constante que se mantendrá presente en todas las obras publicadas hasta...

La Refundación de Tomás Lago

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Por Marcelo Somarriva Q. Sólo veinticinco años después de la muerte de Tomás Lago los lectores podrán hacerse una idea más o menos completa de la importancia de su figura y obra. En sus comienzos publicó poesías, más tarde pequeñas novelas y luego ensayos de temas tan variados como el folclor chileno, la cerámica china, Vicuña Mackenna en California, el pintor Juan Mauricio Rugendas y la viajera Mary Graham. A pesar de toda esta diversidad temática aparente, su obra tiene una impecable cohesión interna que sólo puede apreciarse en su conjunto. Es por eso que la publicación de estos inéditos y la reedición de algunos libros perdidos equivalen a colocar las últimas piezas de un rompecabezas inconcluso. Mientras Tomás Lagos Pinto - más tarde borraría la "s"- era alumno del liceo de Chillán escribía en una revista escolar llamada "Ratos Ilustrados" donde...

Sinfonía de la Ciudad Antigua

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por Pedro Pablo Guerrero MAS recordado por sus andanzas bohemias que por su exigua producción literaria, Roco del Campo fue, sin embargo, el autor de este valioso título que hoy reedita Carlos Valenzuela. Libro de modesta factura, demasiado modesta, quizás, en relación a su precio. Publicado originalmente por editorial Ercilla en 1941, Tradición y leyendas de Santiago anticipa el esfuerzo por remontar los orígenes de nuestra capital a través de crónicas de época, documentos históricos, cartas y textos de creación literaria. Una tarea que posteriormente asumirían, con mayor sistematicidad, Alfonso Calderón, Carlos Morand, Oreste Plath y Roberto Merino, entre otros. Dura tarea la de resucitar el tiempo perdido no ya de una existencia individual, sino colectiva, que supera largamente la de cualquier ser humano por longevo que sea. ¿Y cómo dar reviviscencia al pretérito,...
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