Paula Coddou B. -Mamá, yo me voy a morir joven -le dijo Sergio Aguayo a su madre en Estados Unidos, antes de venirse a Chile.-Me voy a morir de un balazo o un cuchillazo -insistió.-Cállate, Sergio. Por favor, córtala. Tú sabes que la ley de la vida es que tú entierres a tu mamá y yo no podría soportar una pena tan grande -le contestó su madre, Carmen Gloria Muñoz.Él se lo dijo serio, recuerda ella hoy. Pero no porque se sintiera inseguro o porque tuviera miedo de algo. "No sé, quizá Dios se lo mandó a decir", dice.La línea de la mano izquierda de Sergio Aguayo Muñoz, la de la vida, era corta. Tan corta como 18 años.El sábado 11 de julio, después de recibir un cuchillazo en el tórax y otro en la cabeza, Sergio Aguayo comenzó a desangrarse en la avenida Las Condes. Murió un día después en el hospital. La justicia detuvo a J.T.N.V., quien confesó haberlo...