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Tomar hasta tres aviones en un mismo día se ha convertido para Raúl Gutiérrez en un signo más del alto costo físico de su excepcional vida laboral.
"Ya no sé dónde vivo: estoy siempre viajando", dice el saxofonista chileno, desde hace dos años ciudadano de La Habana por opción, y del mundo por mandato de Afro-Cuban All Stars, la exitosa orquesta de música cubana que en lo que queda del año lo tendrá en festivales de jazz de Europa o Japón y en la inaguración de las Olimpíadas de Sidney.
A la luz de esa agenda, su actual estadía en Santiago es un raro recreo, que el músico está dedicando a grabar un nuevo disco de Irazú, la orquesta que dirige hace 19 años. Una sección de bronces de once instrumentos, arreglos de Toly Ramírez y cinco voces invitadas son parte del valor agregado de un disco centrado en las composiciones del cubano Horacio González y que debiese...