Texto, Beatriz Montero Ward. Fotografías, Carla Pinilla G. Grietas profundas, desprendimientos de cornisas, cortes en arcos y la caída de 600 litros de agua sobre el sector del comedor, producto de la rotura de termos instalados en el entretecho, fueron algunos de los daños que el terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó en el Palacio Cousiño, la construcción más lujosa levantada en Santiago a fines del siglo XIX. Así, la mansión de diseño neoclásico de calle Dieciocho, proyectada para la familia Cousiño Goyenechea por el arquitecto francés Paul Lathoud y abierta al público como museo desde 1977, no tuvo más remedio que cerrar sus puertas.Pero la restauración vendría pronto, como la oportunidad perfecta para dar curso a un programa global y mucho más complejo, que además de los deterioros causados por el sismo incluiría un reforzamiento de la estructura, la...