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Resultados 1 al 3 de 3 para

"Orlando+Sirola"

Ni siquiera sería una hazaña

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Juan Pablo Salas V. Enviado especial a París Tras batallar poco más de tres horas el miércoles contra el italiano Davide Sanguinetti, Gustavo Kuerten no estaba en condiciones de matarse ayer y entonces practicó durante una hora con... ¡un juvenil! El sparring fue su compatriota Carlos Cirne Lima (17 años y 152º del mundo en juniors), un discreto jugador que ni siquiera está entre los mejores de Brasil en dicha categoría y que, obviamente, le ofreció una resistencia bastante menor que la que hoy encontrará frente a Fernando González, en la tercera ronda de los Internacionales de Francia. Contrariamente a lo que esperaba González y a lo que suponían muchos, el partido no se disputará en la Cancha Philippe Chatrier (la principal), sino que en el segundo turno de la Suzanne Lenglen (la que le sigue en importancia), a eso de las 6:30 de Chile. Al margen de eso, las...

No quieren que les vuelva a pasar

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"Si (Andy) Roddick sigue jugando así no sé que va a pasar", comenta Hans Gildemeister. El capitán chileno ha mirado durante un rato al número uno yanqui durante su práctica secreta y no lo ha visto en buen nivel. ¿Práctica secreta? Sí. ¿De los norteamericanos? Aunque suene casi ridículo, Estados Unidos no se siente seguro ante ningún rival. Pese a ser el país más ganador de la Davis (31 títulos), no la captura desde 1995 y a lo largo de la historia ha sufrido derrotas inesperadas de las que ha ido aprendiendo. He aquí un recuento: Y en pasto: El primer gran contraste lo sufrió en 1960, durante las semifinales que disputó ante Italia en Perth (Australia). Los europeos lucían un excelente equipo, con Nicola Pietrangeli y Orlando Sirola, pero en pasto no tenían mucho que hacer y partieron 2-0 abajo. Pero tras ganar el dobles, Pietrangeli venció en cinco sets a Butch...

Tres intentos sin éxito

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Las historias no tienen nada de desconocidas, pero en el momento actual es imposible pasar por alto las anteriores ocasiones en que hubo un chileno en la final de un Grand Slam. El primero: Luis Ayala ya había llegado a octavos de final de Roland Garros en 1955 y 1956, pero en 1958 se confirmó como uno de los mejores del mundo sobre arcilla al alcanzar la final. Era el quinto sembrado y, tras eliminar en octavos al mítico italiano Nicola Pietrangeli, en semis dispuso del australiano Ashley Cooper, número uno del mundo, por 9-11, 4-6, 6-4, 6-2 y 7-5. Ese partido lo dejó muy cansado y en la final apenas pudo oponer resistencia al también isleño Mervyn Rose, vencedor por 6-3, 6-4 y 6-4. Muy cerca: Ayala volvió a disputar la final parisina en 1960. Luego de batir cómodamente a un joven Manolo Santona en cuartos y al italiano Orlando Sirola en semis, se volvió a encontrar con...
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