PAULA CODDOU y CRISTIÁN RODRÍGUEZ Pocos días después que estallara el caso Karadima, en abril de 2010, Francisco Gómez (48 años, divorciado, tres hijas) salió a comer con su padre y sus hermanos. El tema llenaba los medios y su papá le dijo: "Te voy a contar algo que no te conté nunca. ¿Te acuerdas cuando nos dijiste todo lo que te hizo el cura? Bueno, unos días después tuve que ir a la Clínica Santa María, y cuando el ascensor se abrió, estaba Karadima parado adentro. Me metí al ascensor, lo tomé por el cuello, y le dije: "Si usted se vuelve a acercar a mi hijo, no sabe la tunda que le voy a dar".Habían pasado 30 años desde que Gómez se había alejado de la Iglesia El Bosque, y de la experiencia de ser uno de los primeros en atreverse a denunciar -sin éxito- lo que ahí pasaba.Con una mezcla de ansiedad y alegría escuchó el año pasado a Hamilton, Cruz, Murillo...