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Texto, Soledad Vargas Fotografías, Matías Espinoza y Claudio Vera
Aunque Laura Gutiérrez ya tiene 84 años no conoce Santiago. Pero hay algo que la relaciona estrechamente con esta ciudad tan lejana a su natal Liucura, una localidad ubicada a 25 kilómetros de Quillón, cerca de Chillán. Y es que en algunas tiendas de las ruidosas calles capitalinas se comercializan los productos que fabrica desde niña: livianos canastos de paja de trigo, decorados con cuadrados y rombos de vivos colores, así como con flores del mismo material.
—Estamos literalmente donde el diablo perdió el poncho—, dice uno de los pocos lugareños que conoce con exactitud el camino para llegar hasta la casa de la artesana. Porque hay que avanzar entre numerosos cerros que a pleno sol cobijan un pequeño caserío habitado en su mayoría por los descendientes de la madre de Laura, Elvira Espinoza, de quien...
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Texto, Macarena Barros Jiménez / Producción, Paula Parot R. / Fotografía, Gonzalo López
Liucura es una localidad rural de la Octava Región. Es zona de viñedos y tierra que brinda abundante paja de trigo. Los artesanos la cosechan en el mes de diciembre y la guardan en sus casas para confeccionar con ella, en el transcurso del año, una amplia variedad de piezas: costureros, cuelgas, servilleteros, joyeros, floreros, colgantes y cajas.
La familia Betanzo es una de las guardianas de esta tradición. Son tres las generaciones de artesanas que hoy se reúnen a tejer. María Elena Acuña es la menor de todas, le sigue su madre, María Betanzo Gutiérrez; su tía, Olga Betanzo Gutiérrez y, su abuela, Laura Gutiérrez Espinoza. Las mujeres atribuyen a la madre de ésta, Elvira Espinoza, el origen de este oficio familiar.
La paja de trigo la trabajan en versión natural y en color,...