Andrea Manuschevich Hacer una larga caminata por la naturaleza hasta llegar a un lugar tranquilo e inspirador o encerrarse en la pieza para aislarse por un rato del resto son situaciones que sin duda favorecen la meditación. Sin embargo, no son las únicas instancias donde es posible detenerse, respirar profundo y conectarse con el presente. Es más, usted puede hacerlo ahora mismo, sin importar dónde esté leyendo este artículo."Meditar en situaciones de la vida cotidiana no solo es posible, sino que también es el fin último de la meditación", afirma Martín López Valdés, psicólogo transpersonal que trabaja con la espiritualidad y la meditación. "La idea es hacerlo todo el día, y que no se reduzca solo a los diez minutos que le dedicas a meditar en la mañana, sino que lo hagas mientras estás viendo una película, lavando los platos, en la micro o en el auto camino al...