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Por M. ANGÉLICA PÉREZ FERRADA
VIENTOS soplaron suavemente el último viernes de julio. El temporal desatado por la DC parecía haber amainado, pero detrás de esa aparente calma se estaba preparando una nueva estampida.
El Servicio Electoral no arremetió otra vez contra los decé, que tuvieron que recurrir a un proyecto de ley para aplazar las elecciones y corregir así el error que casi los dejó fuera de la contienda parlamentaria de diciembre. Era el turno de los partidos "chicos".
Resultado: 31 candidaturas fueron rechazadas por no cumplir con los requisitos establecidos para una correcta inscripción.
Los "damnificados" eran nueve candidatos independientes fuera de pactos, 11 de la Unión de Centro Centro (UCC), cinco del Partido Humanista (PH) y seis comunistas (PC).
No estaban preparados para el temporal. Y esa falta de diligencia quedó al descubierto: problemas en la...
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Todo un año se habían preparado, pero la noche anterior siempre les costaba conciliar el sueño. "Yo no dormí pensando en mi primera comunión. Estaba nerviosísima", afirma Margarita Saavedra, de 65 años.
En la mañana el ayuno era exigente: "Ni una gota de agua podías tomar ese día, pero era tanta la expectativa que no te daba hambre", recuerda Fresia Urra (72). "Se estilaba que a media noche ya no podías comer ningún sólido hasta comulgar, y como niño, ¡claro que te daban ganas!", agrega Juan Faúndez (73).
Pero algunos, como la entonces pequeña y rolliza Marcela Álvarez (60), fueron precavidos. En la bolsa de género donde llevaba sus santitos, Marcela también escondió una barra de chocolate, "para no desmayarme en la mitad de la misa".
Tenían entre siete y nueve años. Ellas vestían un traje blanco largo con velo sobre la frente. En las manos, una delicada...