Leonardo Salazar Molina Para dirigir en Brasil, Argentina o Uruguay, lo que diga el pasaporte importa. Y, al revés, a la hora de buscar trabajo fuera de sus fronteras, técnicos de aquellas nacionalidades se anotan un bonus .Es el gran punto en común de los 162 equipos que actúan en la Primera División de los 10 países de la Conmebol.Roberto Rojas es uno de los pocos chilenos que pudieron romper la tendencia. Ha dirigido a Sao Paulo, Ituiutaba, Sport Recife (Brasil) y Guaraní (Paraguay)."Es una cultura que tiene el fútbol brasilero difícil de explicar. Hay una idiosincrasia especial. En Paraguay sí aceptan foráneos, la mayoría argentinos", cuenta Rojas.En Chile, el último estratega extranjero en aterrizar fue Víctor Hugo Marchesini. El trasandino se hizo cargo de San Felipe tras una rápida negociación con un viejo conocido, su compatriota Raúl Delgado, presidente del...