IVÁN FREDES Niños que lean de corrido, sin titubeos ni tartamudeos y a una velocidad mínima y cronometrada de 64 palabras por minuto.Ése es el desafío diario de un equipo de 350 profesores que recorren 450 escuelas rurales de escasos recursos en La Araucanía, armados con silabarios, cuentos, lápices y gomas para "rescatar" este año a escolares de 2° básico que no saben leer o lo hacen sólo silábicamente.La meta para este año es lograr que 4.000 menores aprendan a leer y comprender textos en castellano. "Ahora puedo decir que sé. En una tarde leí El Caleuche, el del barco fantasma. Cuando me equivocaba, volvía a leer. Todos me felicitan, hasta en mi casa. Subí mis notas, y ahora me saco sietes", comenta, entusiasmado, Jonathan Curilem Paine.Tiene siete años y está feliz. "Leer es bacán", dice este niño mapuche que cursa el segundo básico de la escuela particular...