Christian Ramírez En una boscosa área cercana a Portland, Oregon, una antigua van se desvía del camino y estaciona junto a unos galpones. De ella bajan los integrantes de Ain't Rights, un cuarteto de hardcore punk que ha pactado una tocata en ese local, el cual -se dan cuenta de inmediato- tiene todo el aspecto de una comunidad neonazi.Es el tenso inicio de "Green room" (2015), tercer filme en la ascendente carrera del estadounidense Jeremy Saulnier y sucesor de su aclamado "Blue ruin", que en 2013 lo convirtió en uno de los cineastas revelación de Cannes. Curioso, considerando que los franceses rara vez le prestan atención a alguien tan abiertamente interesado en el cine de género y, en este caso, por el terror. Eso sí, basta mirar un par de secuencias para darse cuenta de que la historia no deja lugar para que brujas, espíritus o criaturas asusten a la audiencia. Nada de...