La playa chica de Cartagena fue la más elegante de Chile. La aristocracia chilena veraneaba de diciembre a marzo, y ya en 1920 el tren llegaba al mismo balneario. Era muy mal visto caminar con el torso desnudo, muchas familias tenían su propia carpa pegada a los muros, y entrar con algún tipo de cocaví era del todo inapropiado.Lucrecia del Río Balmaceda, de Concepción, aparece en esta imagen con su hija Tita Molina del Río y sus nietos Iris, Gladys y Alejito. Como era costumbre, bajaban a la playa con sus abrigos, sombreros y pequeños quitasoles. Los hombres lucían terno, corbata y el infaltable sombrero.Esta fotografía la envió su nieta Iris Vigouroux de...