Texto, Pablo Andulce Troncoso Fotografías, José Luis Rissetti El reguetón en los parlantes se interrumpe por unos minutos para que un hombre anuncie: "Después de Dios está La Vega. Se lo recuerda Donde Monchito, frutas y verduras frescas". A pesar de las ganancias fluctuantes y de las jornadas duras que comienzan de madrugada, la mayoría de la gente que vende, carga o limpia en estos corredores le daría la razón a Monchito. Especialmente los que llegaron siendo niños y recibieron el oficio de sus padres, porque lo que se da en estas nueve hectáreas y media no es sólo comercio de casi todos los tipos posibles. Se trata más bien de la única forma de vida que conocen y les gusta llevar.La Vega Central, La Vega Chica, El Baratillo, el Mercado Tirso de Molina y La Pérgola Santa María conservan aún el carácter popular que tiene desde sus orígenes el lugar en que se...