Héctor Opazo M. Enviado especial a Río de Janeiro El Maracaná se mueve. Setenta mil personas saltan, se abrazan, ríen, lloran, gritan, agitan sus banderas y toman fotografías.Brasil acaba de ser campeón olímpico tras superar, en definición a penales, a Alemania, y todo el mundo llora en la cancha. Lloran los germanos, que se quedaron sin premio mayor, y también los locales, que esperaron un siglo para un oro que antes se les negó en cuatro finales.Llora Neymar, la estrella del día, que abrió la cuenta con un tiro libre imposible a los 27' y que convirtió el penal decisivo. Brasil empató 1-1 con Alemania en 120 minutos, pero la estrella de Barcelona arregló todo con un remate perfecto, aprovechando la tapada que Weverton le hizo, segundos antes, a Nils Petersen. La estadística dirá que en la definición desde los 12 pasos los locales ganaron 5-4.El Maracaná, repleto,...