Daniela Silva Astorga Todo estaba listo para presentar, en la Biblioteca del Banco de la República en la ciudad de Neiva, una exposición del sitio arqueológico San Agustín, cuando la comunidad no permitió el traslado de obras. ¿Qué hacer si la museografía y las expectativas estaban instaladas? Usar realidad aumentada para, virtualmente, tener las estatuas en sala. Así lo pensó Fabio López (1975), jefe de servicios educativos de arte y colecciones del Banco de la República, organismo del que depende, entre otros, el Museo Botero.Un equipo se dedicó a recrear virtualmente las obras, y cuando la muestra abrió bastaba pararse frente a ciertos íconos y, celular en mano, enfocarlos con la cámara para que se desplegaran las figuras. Todo, gracias a la tecnología, herramienta que López ha usado en múltiples ocasiones para solucionar problemas de montaje y museografía, como...