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BOGOTÁ/AGENCIAS.- Jefes policiales y fiscales fueron retirados de sus puestos ayer tras la denuncia del Presidente Álvaro Uribe de que hay infiltrados de la guerrilla en ambos organismos en el departamento Norte de Santander y su capital Cúcuta, epicentro del atentado que dejó siete muertos y 66 heridos el miércoles último en esa ciudad.
En un enérgico discurso poco después del atentado con explosivos en un centro comercial, Uribe anunció una severa depuración tras señalar que dispone de "informes de que en algunos estamentos oficiales hay seria presencia del terrorismo" y fiscales "al servicio" del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo rebelde al que se atribuyó el ataque.
"Hay que sacarlos de allí", afirmó el gobernante, advirtiendo que la Fiscalía, la Policía y el Ejército "tienen que ponerse, sin vacilaciones, al servicio de la tarea de derrotar el...