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"Ed+Flaherty"
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SANTIAGO.- A solo una hora y media de Santiago se encuentra el Valle Aconcagua. Un lugar que estando tan cerca de la ciudad pareciera haberla dejado atrás con otro ritmo de vida, más lento, más campestre, donde se puede ir a disfrutar de las cosas simples de la vida.En medio de todos los campos se encuentran los viñedos que no solo producen vinos, sino que también tienen atractivos tours que incluyen desde cabalgatas, almuerzos, picnics hasta trekkings arqueológicos. A continuación te presentamos una ruta por cuatro viñas que te harán desconectarte y sentirte muy lejos de la ciudad.{SUB Viña von Siebenthal, relajo y vino}{IMAGEN http://static.emol.cl/emol50/Fotos/2018/01/26/file_20180126160259.jpg} Un día Mauro von Siebenthal, abogado suizo y amante del vino, estaba tomando café y pensó por qué no estaba haciendo lo que realmente quería hacer: vinos. Gracias a las...
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El Valle del Limarí y la Isla de Maipo han sido escenario de encuentros y actividades relacionadas con el vino. Personas ligadas a la industria participaron en el lanzamiento de dos nuevos tintos y escucharon a René Merino y el enólogo José Pablo Martin, quienes explicaron los aspectos fundamentales de la nueva línea producida en el valle de la IV Región.
Igual de interesante resultó un maridaje en el que Matías Palomo, chef de 2007, y el enólogo Ed Flaherty fueron los anfitriones en Isla de...
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Eduardo Moraga V. Esta es una historia improbable. Que un niño criado en Casablanca termine como fotógrafo de Le Figaro y Sygma y se codeé con top models y actores de Hollywood. Que luego deje botada su vida en París y vuelva a trabajar para revistas y multitiendas en Chile. Finalmente, que deje en suspenso su vida tras las cámaras y se dedique de cuerpo y alma, con más ganas que conocimiento, a plantar un viñedo y sacar su propio vino. Y que las escasas 397 botellas que lanzó al mercado este año sean un verdadero mito viviente entre blogeros, imposibles de encontrar y celebradas por los conocedores del vino como un salto enorme para el pinot noir chileno.Es la historia de Julio Donoso. Por el lado de su abuelo materno forma parte de una de las familias que fue dueña de una de las mayores extensiones de tierras en Casablanca. En los setenta partió al exilio -es hijastro del...
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Patricio Tapia Movi está compuesto, en su mayoría, por miembros que de una u otra forma están vinculados al mundo del vino. Muchos de ellos son enólogos, pero también hay abogados o fotógrafos, un grupo diverso que existe para que la idea de una vitivinicultura independiente comience a pegar en Chile.Y el debut oficial fue la semana pasada, en la décima edición de la feria Cata y Vino. En un salón especial se juntaron a mostrar sus vinos. ¿Y qué tal? Bien, ricos. Pero me queda la sensación de que muy pocos entre ellos ofrecen algo realmente distinto a lo que hacían en sus respectivas bodegas. Se siente que aún no "matan al padre", como diría Freud.Echemos un vistazo, entonces, a algunos de los vinos de Movi. Las cifras entre paréntesis son la cantidad de botellas que se produjeron, tema importante en estos proyectos, la mayor parte con vinos de ediciones...
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Por Patricio Tapia Una de las cosas buenas de ser productor de vinos en Chile es que, a diferencia de otros países -especialmente del Viejo Mundo- la libertad para plantar lo que sea donde sea es total. El productor sólo prueba que la cepa que planea convertir en vino es fina, que da calidad, y listo, asunto arreglado. Otra cosa, claro, es que efectivamente esa cepa se adapte al lugar en donde la plantó y, claro, que dé buenos vinos.Esta libertad, junto a la idea de que el mercado necesita variedad, que exige una oferta más diversa de vinos, ha llevado a los viñateros locales a aventurarse más allá del cabernet, del syrah, del merlot o del carmenere. ¿Y hasta dónde han llegado? Bueno, hasta el nebbiolo, que es, a mi juicio, una de las tres cepas más importantes en el vino (para los registros, las otras dos son pinot noir de Borgoña y baga de Bairrada, en Portugal). Esta...
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Texto: Marcelo Simonetti
Fotos: Juan Francisco Somalo
Alexandra Marnier Lapostolle no tiene miedo a meterse entre las parras. A revisar la uva y ensuciarse las botas que, probablemente, pagó a alto precio en alguna tienda de la Rue Faubourg Saint Honoré, en París. Lleva un semana en Chile y no hay día en que no recorra la bodega y los viñedos, en que no converse con los trabajadores de Casa Lapostolle, la viña que preside. Fue ahí, en Cunaco, a pocos minutos de Santa Cruz, en donde ella recibió la noticia. Apenas supo, tomó el teléfono y llamó a Francia para contarle a su padre, Jacques Marnier, lo que acababa de resolver la revista norteamericana Wine Spectator. Que el Clos Apalta 2000 había sido elegido el tercer mejor vino del mundo. "¡C'est incroyable! ¡C'est incroyable!", respondió él del otro lado de la línea. No se equivocaba, que un vino chileno...
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Por Patricio Tapia
Los enólogos, muchas veces, no hacen el vino que les gustaría hacer. Se los he escuchado. Su trabajo, por lo general, se limita a diseñar lo que pide tal o cual mercado o el estilo que - se supone- deben tener sus vinos. Es algo así como el pintor al que le piden una naturaleza muerta que pegue con el color de las cortinas. El tipo va y lo hace. Gana su plata y se gana la vida en un trabajo como cualquier otro.
Lo que siempre me ha intrigado, sin embargo, es qué harían estos enólogos si tuvieran libertad para hacer lo que quisieran. Álvaro Espinoza, por ejemplo, a comienzos del milenio se fue de Carmen para enfocarse en sus proyectos personales. En Carmen, él tenía buena parte del control. Nunca lo escuché quejarse de no hacer lo que quería, pero aun así se marchó en busca de aventuras. ¿Y qué fue lo que hizo sin la presión comercial de una viña...