Un gran patio de adoquines, limitado por una zona de pasto y grupos de árboles y arbustos, precede el acceso a la casa. La vegetación que aquí hay va cambiando su altura, color, textura y volumen a medida que entra en la sombra. Así, dos altos helechos Alsophilla enmarcan el macizo frontal del jardín, en la parte de atrás. Hacia adelante, grupos de rododendros, azaleas rosadas y espireas en cascadas de flores blancas, en combinación con helechos woodwardia, mirtos, verónicas y hortensias rojas, forman junto a los cerastium grises de flor blanca del suelo un atractivo conjunto que contrasta con el macizo junto a la reja, constituido por Pittosporum tobira variegata, Stenocarpus rojos y los oscuros viburnos lúcidos. En la puerta de la casa, aparece un diamelo, dos bellas coníferas azules, los Chamaesyparis elwoodi y coníferas columnares que enmarcan la entrada. A su vez,...